viernes, 13 de enero de 2012

Viernes de Dolores: despierta Sevilla

Cuando la ciudad de Sevilla empieza a mirar al Domingo más grande y especial de la ciudad, algunos de sus barrios ya van cobrando fuerza y protagonismo a su vez.

Hermandades sevillanas que año tras año ponen en las calles de Sevilla su patrimonio, su fuerza, su ilusión y sobre todo lo más preciado, sus imágenes sagradas.

Y desde Santa Aurelia, y en éste jornada, se unirá probablemente la Caridad, que actualmente procesiona el quinto Sábado de cuaresma. Un grupo parroquial, que cómo tantos otros, sembró desde hace ya varios años, la semilla del amor y la devoción a la Virgen María. Desde su parroquia de San Lucas, ésta Virgen niña de Dubé, nos deleita año tras años con su buen hacer. Largo es el camino y dificil la meta. Pero veremos nazarenos, si Dios quiere, y en unos años, por éste barrio de la periferia sevillana.

No hay hermandades de primera, ni de segunda. Ellas lo confirman. Desde la cruz de guía hasta la banda de música que cierra el cortejo, todo está lleno de grandeza, sencillez y buen hacer.

La más benjamina en la jornada, pero no por ello la más inexperta, es la recien nombrada, agrupación parroquial de Paz y Misericordia. Sacrificio, lucha y tesón. Siguiente objetivo: ser nueva hermandad para Sevilla.

Humildad, lucha y entrega. Así se puede describir esta nueva agrupación parroquial, que sale desde el Polígono Sur para bendecir y dar esperanza a todo un barrio.


Mientras que en Pino Montano sueñan soñando con llevar a su Reina del Amor a los pies de la Giralda, en Bellavista la Virgen del Dulce Nombre es fantasía y luz de un barrio que la espera y la cobija.

Heliópolis de Misión y Amparo, que caminan con paso firme hacia la Catedral que los cobije.

La Corona desde la Catedral, va cargando el madero para finalmente ser clavado en la cruz, por la hermandad de Pasión y Muerte, que va enseñando a Triana cómo hay que rezar para adentro.

Sin duda, una jornada única, especial y esperada. Es Viernes de Dolores. Ya está aquí la Semana Santa de Sevilla.

Sergio Marchal.